[Reseña] Mishima - L'amor feliç
- DOMINGO, 29 DE ABRIL DE 2012 18:25
- ALBERTO MAESTRE
L'amor feliç, el sexto de los catalanes Mishima, y el tercero con la producción de Paco Loco, es el que mejor suena de toda la discografía del grupo liderado por David Carabén, aunque no por eso es el mejor, y ni falta que les hace.
La banda de Barcelona, pionera de la hornada del indie en catalán de la última década, ya había firmado suficientes grandes canciones en sus últimos trabajos como para que se les exija subir el nivel de su songwriting. Aquí no hay estribillos deslumbrantes, si es los hubo antes, pero sí unos arreglos más cuidados y una mejor producción.
En las canciones hay espacio para que la música respire sin tener que ir de la mano de las palabras, como los fraseos de teclado, tarareos, o el maravilloso desarrollo instrumental del final de 'Els crits'. Hay más riqueza en los ritmos -gracias a la incorporación de nuevos batería y bajista-. El álbum tiene un sonido limpio, que profundiza en la línea de 'Ordre i aventura'. Puede que la música esté en crisis pero antes no se hacían discos que sonaran así de bien.
El disco es, aunque más de una canción hable en su letra de lo contrario, sobrio y pide escucharse con tranquilidad y atención. David Carabén no es un grandísimo cantante, pero conoce sus limitaciones, y sus textos (en paralelo a su carrera musical, es guionista), desgranan los claroscuros del amor, el alcohol y las relaciones, a veces con pinceladas de costumbrismo, a veces de manera más filosófica, pero siempre diciendo algo. No acostumbran los Mishima a cantar tonterías.
El álbum toma su título de la canción ‘Il n’y a pas d’amour hereux’, de Georges Brassens, que se adapta aquí con una versión en catalán. Adentrarse en estos terrenos, a la vez que se disipa cualquier mimetismo con artistas anglosajones de moda es sin duda, un símbolo de una personalidad no abunda por aquí; uno se puede preguntar cuántas bandas o artistas del indie de dentro de nuestras fronteras han reivindicado al viejo cantautor francés. Otro podría preguntarse cuántas bandas españoles ponen el cuidado que estos tipos ponen a la hora de elaborar sus canciones. La respuesta es la misma para ambas preguntas: muy pocas.