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UNA NUEVA INICIATIVA MUSEÍSTICA CONVIERTE A LOS MÚSICOS EN ARTISTAS VISUALES
Canciones hechas arte
La escena musical barcelonesa invade la Fundació Miró
Mishima, Els Amics de les Arts y The Pinker Tones, entre otros grupos, participan en una exposición con originales instalaciones
Jueves, 10 de marzo del 2011
NÚRIA MARTORELL
BARCELONA
BARCELONA
La Fundació Miró ha invitado a los representantes de la escena musical barcelonesa más granada a reconvertirse en artistas visuales y conceptuales durante tres meses (desde mañana y hasta el 5 de junio). Les ha cedido diferentes habitáculos, pedido que eligieran una canción de su repertorio y que dieran rienda suelta a su imaginación. Es decir: los músicos y sus propuestas pasan a ser concebidos como piezas de arte contemporáneo, y las audioguías, en reproductores de melodías tan variadas como los grupos implicados.
Vinilos con mensaje 8The Pinker Tones -Profesor Manso (izq.), Mister Furia (centro) y DJ Niño- plantean una reflexión sobre derechos de autor. MARTA JORDI
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Información publicada en lapágina 61 de la sección deEspectáculos de la edición impresa del día 10 de marzo de 2011VER ARCHIVO (.PDF)
Hay quien incluso ha querido componer una canción para la ocasión, como los aristocráticos Hidrogenesse, que con extractos de la novelaTerenci del Nilo han creado Moix e inspirado en instalaciones propias de los museos arqueológicos. Y otros que han decido, directamente, formar parte de la performance, como los Standstill, que reconstruyen su estudio y lugar de trabajo habitual y se comprometen a estar allí cada día.
Están a la vista de todos y entre cristales en los que se puede leer la palabra «Zoo». «Porque es un espacio a modo de jaula de parque zoológico -aclara el cantante, Enrique Montefusco-, que nos permite mostrar cómo es nuestro día a día como miembros de una banda que tiene su sello discográfico, envía sus trabajos... y dispone de un sofá para hacer la siesta, relajarse...»
Suerte que justo delante está el «bar» del conjunto Mishima, quienes han querido hacer una reconstrucción de la sala Heliogàbal, epicentro de la movida musical ubicado en Gràcia y por donde ellos mismos habrán actuado «una decena de veces», recuerda el líder, David Carabén. La propuesta tiene hasta un guiño al Étant donnés de Duchamp (con escena erótica incluida). Al entrar, suena la canciónQui n'ha begut , «una misteriosa letra que no aclara si se refiere a quien ha bebido vino, amor música... algo que debe desvelar el oyente». Y para alimentar aún más la intriga, va y colocan tras un cristal a una maniquí desnuda y en posición obscena, con sus partes íntimas bien resaltadas. «Puede parecer desde una mujer muerta hasta una amante que te está esperando...»
The Pinker Tones, el grupo con mayor proyección internacional, ha puesto el título de su canción,Samplémame,«pixelada con 366 carátulas de vinilos» que reflejan su «universo musical». La letra de la pieza, «recortada a mano como los mensajes que envían los psicópatas» dividen la pared en dos. Y en el centro de la habitación hay una cabina con 10 auriculares «que permiten deconstruir la canción, escucharla por pistas, tú eliges que si batería, voz... Y la forramos de espejos para dar efecto de infinidad también en el aspecto visual», describe Mister Furia.
Els Amics de les Arts, por su parte, y con la canción Jean-Luc como banda sonora, hacen explícito su momento de impase, colgando los disfraces que sacan en sus actuaciones, «como el boxeador que cuelga los guantes», aclaran. «La idea es reproducir una especie de mapa, pero para nada estático: siempre pasan cosas. Algo que intentamos lograr con filmaciones que se proyectan a la vez, coninputs constantes». Otras curiosidades: Manos de topo han creado un espacio «como si fuera el salón de casa», que han fragmentado siguiendo «una secuencia tragicómica de escenas que ilustran el paso del amor al odio de una pareja» (y en vez de una canción, usan trozos de varias).
Burbujas acústicas
Martina Millà, la comisaria de esta exposición bautizada en latín Genius Loci, explica que la idea de montarla le vino tras comprobar en el metro «a tanta gente con auriculares, creando su burbuja acústica en un espacio similar al que podría ser un museo», relata. ¿Y cree que una propuesta así atraerá a otro tipo de público? «Deseamos que sí», responde Millà. ¿Y alejará al habitual? «Puede ser, aunque esperamos que no». ¿Lo más importante de la muestra? «Que la gente deja de confundir la palabra museo con la de mausoleo», suelta Mister Furia.