La Vanguardia: Noche de música y felicidad pop con Mishima


La Vanguardia

Noche de música y felicidad pop con Mishima

El grupo de Barcelona ofreció anoche en l'Hospitalet de Llobregat un concierto de preestreno de la gira de su nuevo disco

Música | 13/04/2012 - 00:00h
Esteban Linés
Barcelona
No es la primera vez que el Salamandra de l'Hospitalet de Llobregat acogía la puesta de largo de alguna banda local. Anoche fue el turno de la banda barcelonesa Mishima, que quería hacer el primer tast de su nuevo disco, L'amor feliç, ante público. Éste respondió llenando el aforo puesto a la venta (750 jóvenes mayoritariamente). El grupo integrado por David Carabén (voz y guitarras), Marc Lloret (teclados), Dani Vega (guitarras), Xavi Caparrós (bajo) y Alfons Serra (batería) apareció en las diez de la noche. Desgranaron una veintena de canciones, la mitad procedentes de su nueva obra.


La función arrancó con el inconfundible rasgueo de Tornaràs a tremolar, con una estética y una sonorización innegablemente rockeras; guitarras matizadas y contundentes, la voz de David Carabén en estado de gracia, y la sección rítmica dejando espacio para que los teclados de Marc Lloret respiraran. Y, desde el primer momento, el público jubilosamente entregado; contenido, pero felizmente entregado en una noche de profundo sabor pop.

Tardaron veinte minutos en interpretar la primera canción de su flamante obra, Els vespres verds, al que siguieron la admirable Ull salvatge (con el aroma del U2 más afilado), La vella ferida (admirable construcción armónica, con Lloret nuevamente musculoso y bien balanceado por los coros) y Els crits. Además de ser muy bien acogidos por un público con los deberes aprendidos, los nuevos cortes fluyeron

Al acabar de interpretar L'estrany, Carabén desmenuzó una versión doméstica y con tenues matices electrónicos de Com abans, otra coreada por el público (algo cumba) de Cert, clar i breu y entre unas y otras, la ya conocida consigna de "Carabén, president". Tanto con el material nuevo y como con el antiguo, el grupo demostró una compenetración y funcionamiento instrumental colectivo hasta ahora no visto: tanto en los desarrollos de L'olor de la nit, en el crescendo de Miquel a l'accés 14 o, también, cuando se trató de enriquecer pequeñas maravillas de nacimiento, como Quina n'ha begut o La tarda esclava, jubiloso himnobritpoppie.

Anoche se trataba, también, del punto final al stage de casi una semana que el quinteto barcelonés ha realizado en la sala Salamandra, En sus instalaciones han estado perfilando, cuenta su manager Gerardo Sanz, el espectáculo con el que presentarán en directo su nuevo disco, L'amor feliç, el sexto en su discografía y con el que aspiran a asentarse como una de las bandas de mayor calidad musical y brillantez lírica del panorama catalán. Se trató, en este sentido, de una función en la que se probaron diseños lumínicos, ubicación de los músicos y, principalmente, se fue construyendo un repertorio de canciones. Entre ellas, un buen número de la docena incluida en el flamante álbum, que dio la sensaciónde estar ya muy bien trabajado, así como unas cuantas más para completar un setlist que les ocupase una hora y tres cuartos sobre el escenario. 

Después de anoche, el grupo abre oficialmente hoy su gira en el Auditori de Girona (21 horas). A partir de allí, las fechas ya se agolpan, como Mataró (14 de abril), Valencia (21 de abril), Barcelona (3 y 4 de mayo en el Teatre Lliure), Madrid (23 de mayo) y Sant Feliu de Codines (15 de junio).