Mishima (o catarsis en catalán)

Mishima (o catarsis en catalán)

El grupo barcelonés Mishima actuó la noche del viernes en la Sala Zero de Tarragona. El público, que prácticamente llenó la sala, disfrutó de un buen concierto

JOAN MELLADO | 05/06/2010 21:29
Un bolo en una sala pequeña o ‘curiosa’, como dijo David Caraben, es casi siempre garantía de éxito y de diversión. Tanto para el público como para el artista. Mishima justificó la noche del viernes en la Sala Zero por qué es catalogado como uno de los grupos referencia de la escena catalana.
La banda liderada por David Caraben supo jugar sus cartas. Acusado de grupo soporífero, onírico e introvertido, en Tarragona demostró por qué son uno de los grupos de referencia. Un setlist configurado a conciencia y el crecimiento natural del grupo en el escenario resultó ser la mezcla que obtuvo los tres ingredientes: épica, euforia y complicidad.
Con ramalazos de Coldplay, melodías eléctricas de siesta acompañadas de un teclado discursando, Mishima se presentó con una marcha más respecto a su música de estudio. David Caraben tiró de sus dotes periodísticas, su magnetismo pero sobre todo de su voz, inevitablemente parecida a la voz de la conciencia. Con esas gafas de aviador transparentes, la camisa metida dentro del pantalón y sus gestos de victoria, sonrisas calculadas pero verdaderas, lo bordó. Es un comunicador elegante.
El grupo barcelonés hizo su labor de desgaste antes de llegar a los hits. Los de Caraben fueron sembrando pólvora y les bastó con juntar Un tros de fang, Miquel a l’accés 14, L’olor de la nit y Tot torna a començar, entre otras, para hacer estallar a sus fans.
Ante un público catalán  y una buena base de veinteañeros, Mishima es una de las banderas de un nuevo resurgimiento más indie y chic de la música en catalán. Manel reventó la Zero en su día y Mishima dejó mantuvo igual de alto el listón.
Los poppys intelectuales del abanico musical catalán se lo pasaron bien. Lo confesaron y por eso hicieron dos bises y luego ellos mismos vendieron su merchandising. Bravo. Hay salud. Y dinero.